Fuentes del Vaticano dijeron que los argentinos seguirán teniendo la posibilidad de estar cerca del Papa Francisco en las audiencias generales de los miércoles siempre y cuando hagan el pedido vía internet a través de la Nunciatura Apostólica.

Con todo, los informantes precisaron que, como ocurre actualmente, no se les asegurará a los peticionantes que estarán en primera fila -lo que se llama el besamanos-, una ubicación que permite darle la mano al pontífice y cambiar unas palabras.

La aclaración fue hecha ante una consulta de Valores Religiosos luego de que varios diarios publicaran la versión de que la Santa Sede había dispuesto suprimir el llamado "corralito" destinado a los argentinos supuestamente para evitar privilegios.

En rigor, la posibilidad de que los compatriotas del Papa estén más cerca del pontífice en la audiencia general de los miércoles existe desde los tiempos de Juan Pablo II y continuó con Benedicto XVI, que beneficiaba a polacos y alemanes.

En todo caso, lo que parece es que el Gobierno argentino, a través de la embajada argentina, no intercederá para que argentinos tengan un lugar destacado y hasta puedan darle la mano al Papa.

Ocurre que el gobierno anterior había gestionado la presencia en primera fila de algunas personas que querían aprovechar políticamente la foto o a la propia Casa Rosada le interesaba. 

Ahora, el único camino será la Nunciatura y el gobierno será prescindente.