Argentina: Una donación imprevista y la perplejidad del Papa

Argentina: Una donación imprevista y la perplejidad del Papa

Para el Papa fue una sorpresa. Y no positiva. Una imprevista donación millonaria del gobierno argentino a “Scholas Occurrentes”, la fundación pontificia por él creada, despertó más que perplejidad. A decir verdad Francisco desconocía el monto de la contribución. Supo por la prensa que se trataba de 16 millones de pesos y no quedó para nada contento. Sobre todo porque en Buenos Aires el aporte fue presentado como una “señal de distención” entre la presidencia de Mauricio Macri y el pontífice compatriota. Pero un hombre cercano a él fue lapidario: “Se ve que no conocen a Francisco”. 

Por ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ - CIUDAD DEL VATICANO

Todo ocurrió la tarde del domingo 29 de mayo, en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano, durante el cierre del congreso mundial de “Scholas”, la red mundial de escuelas para el encuentro. Uno de los seis actos convocados por ese organismo desde 2013, al cual asistieron estrellas de Hollywood como Richard Gere, George Clooney y Salma Hayek.  

En medio de un desfile de personalidades e instituciones que se sumaron a las labores de la red mediante convenios, la conductora llamó al frente al subsecretario de Culto de la Nación Argentina, Alfredo Abriani, para que leyese el decreto con el cual se oficializaba la donación. Pero él, una vez con el micrófono en mano, confesó que no tenía el documento y sólo dirigió unas palabras.  

“Es simplemente afirmar el compromiso del gobierno argentino con la fundación pía autónoma Scholas Occurrentes. Sabemos el rol importante que podemos tener los Estados para ayudar a Scholas a cumplir con sus objetivos en esta tarea tan grande que tienen y por supuesto el presidente de la República quería transmitir ese compromiso, sobre todo tratándose de un proyecto que nació en Argentina y en la Ciudad de Buenos Aires”, manifestó entonces. 

En ese momento no se habló de cifras concretas. Ni públicamente, ni en privado. El Papa se quedó con la idea de que los recursos servirían para remozar una escuela o algunas instalaciones. Pero un día después se enteró por la prensa que el monto era cercano al millón de dólares. Exactamente 16 millones 666 mil pesos argentinos. Cantidad juzgada como del todo excesiva en tiempos en que su país afronta una delicada situación económica. 

Un día después, el lunes 30 de mayo, el Boletín Oficial argentino publicó el decreto número 711 que determinó: “Otórguese a la Fundación Pía Autónoma de Derecho Pontificio Scholas Occurrentes un aporte financiero no reintegrable con cargo de rendición de cuentas por un monto de $ 16.666.000, destinados a sufragar los gastos de personal, equipamiento e infraestructura de la sede central en nuestro país durante el presente año”.  

Nadie explicó de dónde surgió el monto exacto, pero el 666 (el número de la bestia) hasta pareció una broma de mal gusto. Según detalló el decreto, la contribución se hizo porque los representantes legales de la red educativa pidieron “una asistencia financiera destinada a atender el sostenimiento del equipo profesional, infraestructura y equipamiento”. 

Además de la donación, otros detalles se presentaron como “gestos de cercanía” del macrismo con el líder católico. Como el diálogo cercano y cordial de Bergoglio con Esteban Bullrich, el secretario de Educación nacional, ese mismo domingo 29 en un rincón del Aula Pablo VI del Vaticano. O la decisión de llevar el Partido por la Paz, organizado por Scholas, a la Argentina. Un cotejo que se disputará el 10 de julio en la ciudad de La Plata.  

Pero las reacciones no se hicieron esperar. “El que piensa que por darle plata, máxime fondos públicos, a una fundación, escuela, ONG, cooperativa u movimiento popular por el sólo hecho de estar directa o indirectamente vinculada al Papa está haciendo un ‘gesto a Francisco’ es realmente un pelotudo, además de un corrupto y un prevaricador”, advirtió, seco, Juan Grabois. 

El dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular es un hombre cercano a Bergoglio. Entre otras cosas él coordinó los dos Encuentros Mundiales de Movimientos Populares que contaron con la presencia del Papa, el primero en el Vaticano (octubre de 2014) y el segundo en Santa Cruz de la Sierra (julio de 2015). 

“Si el Estado financia una organización debe ser por su capacidad para mejorar la realidad del pueblo de la Nación. Scholas hace una tarea enorme en la Argentina y todo el mundo, es por eso que merece el acompañamiento del Estado. Pero presentarlo como un favor al Papa es una barbaridad y algo que de ninguna manera él aceptaría en esos términos. Se ve que no conocen a Francisco”, apuntó Grabois (Página/12, 01.06.2016).  

Él no fue la única persona cercana al pontífice que se manifestó en esos términos. Otro fue Gustavo Vera, legislador del partido Bien Común en Buenos Aires y referente de la organización de lucha contra la trata de personas “La Alameda”. Vera confirmó que Francisco no conocía los detalles y fue elocuente al asegurar que, al saber del monto, se sorprendió y no positivamente. 

“Si hay algo que quiere Francisco es una Iglesia pobre para pobres. Yo creo que Scholas está haciendo un muy buen trabajo, tratando de ligar la educación con el deporte y con la cultura. Pero Francisco no está al tanto de lo que ocurre con los convenios que firma. Nunca se habló de un millón de dólares en ese coloquio”, precisó (La Nación, 04.06.2016). 

Negó que –por la donación- el Papa cambiará su opinión sobre el presidente Macri y, sobre todo, su mirada con respecto al difícil tiempo social que vive su país como consecuencia de las medidas económicas tomadas por el gobierno. “Y menos cuando no es transparente, cuando no dice ‘hay tanto dinero’ y se tiene que enterar por el diario”, estableció. 

Según el legislador, quien cree “que un acuerdo económico con tal o cual situación -por más loable que sea- puede cambiar la opinión de Francisco sobre tal o cual proceso, está completamente equivocado, no lo conoce”. 

“Al gobierno de la Ciudad lo conozco hace muchos años. Nosotros cuando anunciábamos temas de trata, de trabajo esclavo, eso molestaba al poder. No faltaron las oportunidades en las cuales nos ofrecían convenios de acá, de allá, que nosotros rechazábamos porque sabíamos que aceptar después iba a significar un pase de factura de que ‘todas las denuncias que hacías era porque necesitabas plata’. Insisto, Scholas está haciendo un buen trabajo, pero Francisco está muy lejos de cualquier cuestión que tenga que ver con el dinero”, apuntó.

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