ROMA (De nuestra corresponsal).- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon,coincidió ayer con el Papa en que es un "imperativo moral" actuar para luchar contra el cambio climático provocado por el hombre, al reunirse con él antes de inaugurar una conferencia sobre el tema en el Vaticano. Ban Ki-moon confirmó además que Francisco terminó la encíclica en la que trabajaba sobre medio ambiente, que está en fase de traducción y será publicada en junio.

"La naturaleza no nos espera, tenemos que adaptarnos al cambio de la naturaleza. Somos la primera generación que puede derrotar la pobreza, pero somos la última generación que puede contrarrestar el cambio climático", advirtió Ban al abrir la conferencia titulada "Dimensiones morales del cambio climático y el desarrollo sostenible" en la Casina Pío IV, sede de la Academia Pontificia de Ciencias que preside el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo. Allí, líderes de diversas confesiones religiosas y científicos también hablaron de la urgencia de una acción conjunta contra el cambio climático causado por el hombre. "Para la naturaleza, los seres humanos somos terroristas", dijo un líder religioso hindú vestido de túnica naranja.

La declaración final conjunta del encuentro advirtió que la cumbre sobre cambio climático que tendrá lugar en París en diciembre "podría ser la última oportunidad para negociar acuerdos que mantengan el calentamiento provocado por los humanos por debajo de los dos grados centígrados". Y alertó: "La trayectoria actual podría alcanzar unos devastadores cuatro grados centígrados o más".

Durante el vuelo de Sri Lanka a Filipinas, en enero pasado, el Papa había dicho que esperaba con su encíclica "verde" influir en la cumbre de París.

Participaron de la reunión el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y el de Ecuador, Rafael Correa.

Tras reunirse en privado con Francisco para hablar del viaje que hará a su país en julio -además de Bolivia y Paraguay-, Correa reveló en su cuenta de Twitter que el Papa le contó un chiste: "A todos sorprendió que eligiera llamarse Francisco porque siendo argentino esperaban que se llamara Jesús II".

"Un abrazo a nuestra querida Argentina y perdón por el chiste, pero fue ¡del propio Papa!", tuiteó también el mandatario.

Al margen de asistir el embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés, participaron de la reunión el cineasta y dirigente político ambientalista "Pino" Solanas; Pablo Bergel, presidente de la Comisión Especial sobre Cambio Climático de la Legislatura porteña, y el encargado de negocios del gobierno ante Italia, Guillermo Moreno, junto con su esposa..