Anfitrión de tres Papas

Anfitrión de tres Papas

La despedida al cardenal de La Habana Jaime Ortega y el mensaje del Papa a “un amigo muy querido”

por Luis Badilla

“Un amigo muy querido…”, así llamó el Papa Francisco al arzobispo emérito de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, quien se despidió con una Celebración Eucarística en la catedral de la capital de Cuba, acompañado por muchísimos fieles, amigos y colaboradores, sacerdotes, religiosos y laicos. El cardenal Ortega comenzó su servicio a la Iglesia en esta delicada responsabilidad el 27 de diciembre de 1981 después de haber sido obispo de Pinar del Rio durante tres años. “En tiempos delicados” afirma el Santo Padre en el mensaje que se leyó en la catedral ante la presencia del Nuncio, monseñor Giorgio Lingua, numerosos obispos, autoridades del país y representantes del cuerpo diplomático, “no ha escatimado esfuerzos para fomentar la reconciliación en el seno de la sociedad cubana y para abrir caminos de diálogo entre Cuba y otros países”.

Según las primeras crónicas de las agencias, el Santo Padre agradece en su mensaje al cardenal Jaime Ortega por su labor en favor del acercamiento entre la República de Cuba y la Santa Sede, que mantienen relaciones diplomáticas en forma ininterrumpida desde hace más de 80 años, lo que favoreció la visita de tres Pontífices entre 1998 y 2015. Por su parte, el arzobispo emérito que encabezó la diócesis durante 35 años y que hasta el momento es el único Metropolita de una capital del mundo que haya recibido a tres Papas, pidió a los presentes que no sintieran ese momento como una despedida porque, dijo, los obispos y los sacerdotes “no se retiran nunca”. “Permanezco cercano, me quedo entre ustedes”, afirmó.

En su emotiva alocución al terminar la misa, el cardenal Ortega agradeció también a las autoridades cubanas “las posibilidades de superar períodos críticos y momentos difíciles, y haber sido capaces de avanzar sin retrocesos por un camino de diálogo”; un diálogo, observó el Cardenal, “no comprendido por muchos dentro y fuera del país, dentro y fuera de la iglesia y dentro y fuera de las estructuras gubernamentales”.

Palabras importantes y significativas. El cardenal nunca había reconocido lo que todos sabían, vale decir que su obra de diálogo constante y responsable no solo tuvo muchos amigos sino también muchos adversarios y obstáculos. Tal vez el cardenal Ortege quiso dar así un respaldo a su sucesor, mons. Juan García Rodríguez quien, con estilo y prioridades diferentes, deberá continuar el camino abierto por el cardenal Ortega con el firme y constante apoyo de la Santa Sede y de tres Papas, que siempre le demostraron muchísimo aprecio y confianza. El purpurado quiso también ser muy explícito sobre el tema de la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana, anunciada por Castro y Obama el 17 de diciembre de 2014, y dijo: “Gracias también al presidente (Raúl Castro) por haber aceptado los buenos oficios del Papa Francisco para un acercamiento entre Cuba y EE.UU en el cual se han dado ya pasos importantes”.

Mons. Juan García Rodríguez, sucesor del cardenal Ortega, tomará posesión de la diócesis el 22 de mayo y esta será la primera ocasión solemne y oficial para conocer algunas directrices de su proyecto pastoral.

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