Una multitud estimada en 230 mil personas participó ayer de las celebraciones centrales en honor al Señor de los Milagros de Mailín. La santa misa y la procesión fueron presididas por el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic, quien durante su homilía llamó a los fieles a ser "misericordiosos con nuestros hermanos". La ceremonia fue concelebrada por sacerdotes de las diócesis de Añatuya y Santiago del Estero, en tanto que en representación del Gobierno provincial, asistió el vicegobernador, José Emilio Neder, el ministro de Gobierno, Carlos Silva Neder, el secretario de Seguridad, comisario general, David Marcelo Patto, y la diputada nacional Norma de Matarazzo, quienes fueron recibidos por el comisionado municipal de Mailín, Guillermo Gattas. El clima festivo de los fieles se hizo sentir desde bien temprano en la plaza principal y en el templete, donde la cola de fieles que esperaban tomar gracias ante la Cruz Milagrosa se extendía a lo largo de cinco cuadras. Según los encargados del operativo de seguridad, a diferencia de años anteriores, el domingo fue el día en que más cantidad de gente se movilizó. "La gente optó por la estadía corta y se vino recién el domingo, seguramente por cuestiones económicas", especularon. Los momentos culminantes de la celebración fueron la bajada de la Cruz desde el templete y la procesión final. En su homilía, monseñor Bokalic llamó a los santiagueños a "ser misericordiosos con nuestros hermanos", frente a "situaciones de precariedad y sufrimiento que existen en el mundo de hoy", antes de impartir la bendición final (texto completo en pag. 22).