Aliento del Papa a Sínodo Caldeo: impulsar esperanza y reconciliación en Irak

Aliento del Papa a Sínodo Caldeo: impulsar esperanza y reconciliación en Irak

El Papa Francisco recibió con gran alegría a los miembros del Sínodo de la Iglesia Caldea, destacando los temas de primaria importancia que están afrontando: las migraciones forzadas de los cristianos, la reconstrucción de las aldeas, el retorno de los desplazados, el derecho particular de la Iglesia, la cuestión litúrgica y la pastoral vocacional.

En primer lugar, con su abrazo a los cristianos iraquíes, compartiendo sus dolores y pruebas, el Papa quiso compartir también la esperanza:

«Aprovecho la oportunidad para saludar, a través de ustedes, a los fieles de la amada tierra iraquí, duramente probados, compartiendo la esperanza por las noticias recientes que hablan de una reanudación de la vida y de las actividades en regiones y ciudades sometidas hasta ahora a una opresión dolorosa y violenta. Pueda la misericordia de Dios aliviar las heridas de la guerra que llagan el corazón de vuestras comunidades, con el fin de que puedan volverse a levantar.

Si bien haya concluido una página trágica para algunas regiones de Irak, el Obispo de Roma señaló que queda aún mucho por hacer y exhortó a no desfallecer en impulsar la reconciliación entre todos los iraquíes:

«Los exhorto a esmerarse infatigablemente como constructores de unidad, ante todo entre ustedes los Pastores de la Iglesia Caldea y con los Pastores de las otras Iglesias, así como a favorecer el diálogo y la colaboración entre todos los actores de la vida pública, para contribuir a facilitar el retorno de los desplazados y a resanar las divisiones y las contraposiciones entre hermanos.

Este compromiso es aún más necesario en el contexto actual iraquí, ante nuevas incertidumbres sobre el futuro. Hay necesidad de un proceso de reconciliación nacional y de un esfuerzo conjunto de todos los componentes de la sociedad, para lograr soluciones compartidas por el bien de todo el país. Mi anhelo es que nunca falte la fortaleza, la esperanza y los dones de laboriosidad que los caracterizan a ustedes».

En este contexto, el Papa reiteró su exhortación a no desalentarse y se refirió en particular a los desplazados de Nínive:

«Permanezca firme vuestro intento de no ceder al desaliento ante las dificultades que permanecen aún, a pesar de todo lo que se ha hecho en la obra de reconstrucción, sobre todo en la Llanura de Nínive.

Desde la antigüedad, aquella tierra evangelizada según la tradición por el apóstol Tomás, apareció ante el mundo como tierra de civilización, tierra de encuentro y de diálogo. Por ello, es sumamente importante que los cristianos, Pastores y fieles, fortalecidos por esas raíces, estén unidos en la promoción de relaciones respetosas y del diálogo interreligioso entre todas las componentes del país»

Entre las exhortaciones del Santo Padre también la importancia de la formación vocacional y sacerdotal, verificando la autenticidad de las vocaciones, sin olvidar la promoción de la comunión y fraternidad con las comunidades de rito latino, y el diálogo ecuménico.

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