Alarma por agresión a fieles judíos en la puerta de un templo

Alarma por agresión a fieles judíos en la puerta de un templo

Indigentes insultaron y atacaron con elementos cortantes al rabino y a las personas que salían de la sinagoga Mikdash Yosef tras la ceremonia del Kabalat Shabat. La DAIA aclaró que se trató de un acto vandálico con contenido antisemita.

Ocurrió el viernes a la noche, apenas pasadas las 20. En la vereda del templo judío Mikdash Yosef quedaban entre diez y quince personas que acababan de participar de la ceremonia del Kabalat Shabat. Según contó Uriel Husni, rabino allí, dos personas insultaron a quienes estaban en la vereda, les dijeron, entre otras cosas "hay que matarlos, judíos", y los agredieron con los vidrios de una botella rota y con piedras. "Un cascotazo me lastimó un pie y el rebote de una piedra me hirió en la mano", dijo a Clarín. Sobre el hecho, no obstante, hay versiones encontradas.

"Era una mujer indigente y en estado de ebriedad, y un hombre que no era de la calle y no estaba ebrio. Tendrían unos 22 años", señaló Husni. Según información de la Policía de la Ciudad, se trataba de dos personas en situación de calle. "Gritaban malas palabras sumadas a la palabra 'judío', y eso yo ya lo considero un acto antisemita. Rompieron una botella y con los vidrios nos atacaron. A mí me lastimaron un pie, una mano y me tuve que acomodar el meñique de la otra mano", describió Husni. Aunque en distintos medios circuló la versión de que las dos personas en situación de calle tenían navajas, esto fue desmentido tanto por el parte policial como por el rabino. Consultado sobre si él o alguna de las otras personas presentes tuvo que ser hospitalizada o atendida por un médico, y luego de que algunas publicaciones sostuvieran que lo habían suturado, Husni respondió que no hizo falta. "En el lugar no se tomó conocimiento de la existencia de lesionados, ni otra circunstancias de relevancia", sostiene el parte policial.

Fuentes que investigan los hechos aseguraron que la Justicia Federal dio inicio a una investigación de oficio para esclarecer los hechos. Dicha investigación recae en el Juzgado Federal N° 9, encabezado por Luis Rodríguez. El proceso comenzó, según esas fuentes, luego de que la Cadena Judía de Información Vis á Vis publicara en su sitio web: "Estaba saliendo la gente del templo tras el Kabbalat Shabat y apareció una pareja que ya había sido vista sacando fotos en la semana". Según los testigos citados por dicha cadena, “la mujer entró corriendo al templo y gritó judíos, se tienen que morir, hay que matarlos”.

El templo de la calle Bulnes empezó a funcionar el 15 de abril del año pasado, contó Husni, y agregó: "Aquí vienen sobre todo jóvenes. No queremos generar pánico entre quienes se acercan al templo, por eso queremos minimizar esto que ocurrió. Seguramente se pronunciará AMIA". Los vecinos de la cuadra explican que en Bulnes 2759 antes funcionaba un gimnasio. Llama la atención la falta de garitas de seguridad, pilotes de cemento y carteles que prohíban el estacionamiento, medidas frecuentes allí donde funcionan instituciones judías. Jorge Knoblovits, presidente de la DAIA, dijo que "hay varios templos que no tienen seguridad". Consideró que lo ocurrido no fue "un acto antisemita", sino un "acto vandálico con contenido antisemita".

Un comunicado oficial de la DAIA sostiene: "La DAIA, representación de la comunidad judía argentina, expresa su solidaridad con el rabino y los feligreses de la sinagoga Mikdash Yosef del barrio de Palermo, tras el acto vandálico con contenido antisemita perpetrado por dos personas embriagadas y en situación de calle. Tal como la DAIA manifiesta reiteradamente, la situación de empobrecimiento de nuestra República provoca, en algunos sectores del colectivo social en situación de marginalidad, la invocación de viejos prejuicios instalados en la sociedad. Sólo la tarea constante de investigación y de educación nos permitirá transitar este difícil momento en paz y cuidando así a nuestra comunidad, junto a los organismos de Gobierno responsables en esa materia".

El primer parte policial luego de lo ocurrido sostiene: "Debido a que estos indigentes querían permanecer en la puerta del lugar -el templo- y al serles indicado que se retiren, se tornaron molestos, ante lo cual el personal de seguridad optó por arrojarles gas pimienta en el rostro para luego echarlos". Se desconoce tanto el estado de salud como la identidad de estas dos personas.

"Atacaban con piedras y vidrios a la persona de seguridad privada del templo que estaba en la vereda. Corrimos al hombre y yo lo encontré metido en un patrullero en Cabello y Coronel Díaz, no sé dónde estaban los policías", sostuvo Husni. Consultado sobre si golpeó al hombre, el rabino respondió: "Forcejeamos. Tuve que pegarle". Altas fuentes de la colectividad judía comentaron a Clarín que cuando el rabino corrió al hombre que señala como su agresor, le pegó a un policía en medio del forcejeo. Por eso, señalan las fuentes, habrían dejado ir a las dos personas involucradas sin iniciarles una causa: de hacerlo, hubieran tenido que acusar también al rabino por el golpe al efectivo policial.

"Esperamos que se tomen más medidas de seguridad. Que pongan pilotes, personal policial, lo que haga falta para que no ocurran estos ataques", dijo Husni delante del templo que encabeza. La causa abierta en la Justicia Federal está a la espera de víctimas o testigos que se presenten a declarar para esclarecer lo ocurrido en medio de las distintas versiones.

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