Finalmente, el Papa no recibirá a exponentes de la oposición cubana durante su visita a Cuba, que finaliza mañana. El vocero papal, padre Federico Lombardi, ratificó ayer en Santiago -última escala del pontífice en este país- que no está previsto un encuentro de Francisco con disidentes. Así -cuando restan horas para la partida del pontífice-, Lombardi le puso una lápida a las aspiraciones de las organizaciones de disidentes de dentro y fuera de la isla, que se venían mostrando muy activas en los últimos meses en pos de ese objetivo.

“Nunca estuvo previsto un encuentro, sino que lo único que hubo fueron contactos telefónicos de la Nunciatura Apostólica (embajada del Vaticano) en Cuba con sectores de la disidencia para mantener un canal”, dijo Lombardi durante la rueda de prensa diaria para informar sobre el desarrollo de la visita papal. Además, evitó comentar las detenciones de disidentes del último fin de semana por la visita del Papa que denunció la oposición.

Con todo, Lombardi dijo en una entrevista al canal de noticias TN que el Papa “tiene presente” a los disidentes “como tiene presente a todos los cubanos”. Y consideró que Francisco, con su visita a Cuba , sus palabras, sus gestos y, en particular, su contribución al restablecimiento de relaciones con los Estados Unidos, “está haciendo un aporte” a la construcción de un futuro mejor en este país. Como también, impulsando el fin del embargo a la isla.

Si bien ni Juan Pablo II, durante su visita a Cuba en 1998, ni Benedicto XVI, cuando estuvo aquí en 2012, recibieron a exponentes de la oposición. Pero a raíz de las discretas gestiones que hizo Francisco en favor de la normalización del vinculo con los Estados Unidos, llevaron a los sectores de la disidencia a pensar que efectivamente esta vez un pontífice los recibiría.

De hecho, se asegura que la Nunciatura invitó a algunos disidentes a participar de algunos encuentros donde estaría el Papa, aunque no a una reunión específica, pero que el Gobierno lo impidió deteniendo a los convidados. Una opositora invitada por la Iglesia, Miriam Leiva, dijo que “el sábado cuando iba para la nunciatura me detuvieron enfrente de mi casa”. Y que el domingo, cuando iba en auto rumbo a la catedral a un acto del pontífice fue arrestada cuando. "Me dijeron que no podía estar en ninguna actividad del Papa”, denunció.

Por su parte, organizaciones que nuclear a disidentes denunciaron que medio millar de opositores fueron arrestados en el marco de la visita del Papa. “Las detenciones pueden pasar las 50”, dijo el disidente Elizardo Sánchez, portavoz de la ilegal, pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). 

Cuatro de los detenidos son miembros del grupo opositor Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), que fueron arrestados el domingo en la Plaza de la Revolución, antes de la misa. Y otros ni siquiera lograron llegar a la plaza, ya que fueron detenidos cuando salían, dijo el líder del grupo, José Daniel Ferrer.

Ferrer dijo que el propósito de los activistas era acercarse al Papa para plantearle la situación de los derechos humanos en Cuba y que sólo cuatro, finalmente, pudieron estar en la plaza durante el oficio, pero sin poder llegar a él. No obstante, un opositor alcanzó a cambiar unas palabras con el Papa al paso del papamóvil, pero inmediatamente después fue reprimido por la policía.

Miembros del grupo Damas de Blanco -las esposas de disidentes encarcelados-, que todos los domingos se congregan en una iglesia de las afueras de La Habana para protestar, habían sido arrestadas la semana anterior y luego liberadas.

Y si bien en los días previos a la visita del Papa, el gobierno indultó a 3.500 presos -una cifra récord ante un viaje papal-, los grupos de disidentes se quejaron porque los liberados no fueron presos políticos.

Resta saber si en las pocas horas que le quedan al Papa en Cuba hará alguna mención a los disidentes o en la rueda de prensa que ofrecerá mientras vuele hoy de aquí a Washington.