La causa tramita ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal 10 y el nombre más importante que aparece entre los denunciados es el del ministro Germán Garavano. Los delitos mencionados son los siguientes: abuso de autoridad, violación de deberes de funcionario público, cohecho y encubrimiento.

Esta situación tiene su origen cuando en el mes de febrero ocurrieron unos hechos llamativos en la querella del Estado en el Juicio por Encubrimiento del Atentado a la AMIA, cuando se produjeron una serie de misteriosos movimientos dentro de la unidad AMIA. Estos estuvieron vinculados a los ex fiscales Mullen y Barbaccia, dos de los principales acusados en la causa.

“Nosotros sosteníamos que en el caso concreto de los ex fiscales Mullen y Barbaccia había elementos para sostener la acusación, al menos eso decían los abogados que estaban trabajando en la querella”, explicó Cimadevilla a Radio Jai. Sin embargo, “enterado el ministro (Germán Garavano) de cuál iba a ser nuestra posición en la querella ordenó revocarle el poder al abogado que iba a sostener la acusación (Ventos) y ordenó que a esa audiencia fuera el doctor Console, quien pidió la absolución de los fiscales Mullen y Barbaccia”.

Consultado sobre los motivos del accionar de Garavano, Cimadevilla señaló: “El ministro sostiene que la mayoría de los abogados pidieron la absolución y esto no es cierto. La mayoría de los abogados pedían sostener los cargos contra los fiscales. Debe haber otro motivo que yo desconozco”. 

Una vez apartado de la Unidad AMIA, Cimadevilla se presentó ante la Justicia para que “se investigué a mí y a quienes tuvimos participación”. 

“Yo me presenté ante el juzgado para que se investigue mi conducta y hago mención a todos los que participaron en los hechos. Se me toma como denunciante y no como denunciante que pide que se lo investigue”, dijo Cimadevilla.