El acueducto, con más de un mes de demora

El acueducto, con más de un mes de demora

La habilitación está tardando mucho más de lo estipulado. Ya hay reclamo de explicaciones de las autoridades

 

La puesta en funcionamiento del Acueducto Norte sigue “en veremos”. Y no sólo suma días de demora sino pedidos de informes para que Absa dé explicaciones sobre las causas del retraso en la inauguración de la obra, que debe abastecer de agua potable a amplias zonas de Gonnet y Villa Castells y debía estar concluida hace más de un mes.

LA OBRA DEL ACUEDUCTO YA TIENE MÁS DE UN MES DE DEMORA/ ARCHIVO

En pocos días más el calendario se habrá “comido” la mitad de febrero y todavía no se sabe a ciencia cierta cuándo se activará la obra prometida para principios de enero pasado.

 

Lo que dicen en Absa es que por estos días “se está trabajando en la red para lograr un equilibrio de las presiones y esto puede ocasionar cierta turbiedad en la zona”, por lo que recomendaron a los usuarios que, en tal caso, deben “dejar correr el agua hasta tanto recupere su aspecto habitual”.

Como se recordará, incluso antes de haberse inaugurado se detectaron fisuras en al menos cuatro puntos del acueducto.

En ese marco, la Defensoría Ciudadana de La Plata solicitó a través de un pedido de informe al Gerente Comercial de ABSA, que detalle los motivos de atraso sobre la puesta en funcionamiento de la obra del Acueducto Norte, un tendido de más de 9 kilómetros de cañerías que une Punta Lara con Villa Castells y Gonnet.

Desde la Defensoría informaron “que han recibido numerosos reclamos con motivo de la falta de agua potable en la zona de Gonnet-Villa Castells debido a la realización de la obra de fortalecimiento del sistema de distribución de agua potable, Acueducto Norte. Una obra que ya tuvo averías, fisuras de caños, y pérdida de agua, antes de ser inaugurada la obra”, indicaron.

“Esta obra comenzó en julio de 2017 y no podemos ignorar que la fecha de finalización de la misma se encuentra vencida desde junio del 2018, según informe de ficha técnica extraído de la página de ABSA, por lo que es de nuestro interés informarnos sobre los motivos de este atraso y cuál es la nueva fecha asignada para su conclusión”, sostuvo la Defensora Ciudadana, María Florencia Barcia.

En Absa admitieron haber recibido tanto ese escrito como uno presentado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia. “En ambos casos, los sectores de legales y operaciones se encuentran trabajando en la respuesta”, se indicó.

PÉRDIDA Y TRASTORNOS

En Gonnet, una pérdida de agua importante formó un pantanal que se va ampliando cada vez más. Y además, está generando que las veredas y las calles empiecen a arruinarse, por efecto de la erosión.

En 490 entre 19 y 20, una cuadra cortada y de escaso tránsito, se rompió uno de los caños que abastecen de agua a las casas. Ni siquiera es potable, porque allí hace más de dos años que dependen de los bidones para hidratarse: todavía esperan la demorada obra del acueducto Norte.

Y para colmo, ese ducto que se averió empezó a hacer brotar el agua hasta la vereda. Tal vez porque el tiempo pasa y no se lo repara, en el barrio ven que la fuga es cada vez más grande.

“La pérdida es de hace más de un mes. Por supuesto, llamé a Absa para reclamar y es algo que lo repito cada semana”, explicó Marcelo, uno de los más afectados por la situación, que ya contabiliza cinco veces en las que intentó obtener una solución. “Siempre me atienden bien, pero es personal que no tiene que ver con la cuestión. Prometen verificarlo, pero nunca vienen”, destacó.

Ese vecino ve, con el correr de los días, cómo se “está rompiendo toda la entrada” a su casa, principalmente en la vereda y en la subida a la cochera. “El agua pasa por abajo, hace como una especie de canal y va socavando la vereda y el pavimento. Por eso está todo flojo y se está hundiendo”, detalló Marcelo, ante la consulta de EL DIA.

Además del daño estructural, esto cambia el bonito paisaje de un barrio tranquilo: “Se forma una laguna con olor a podrido y está lleno de mosquitos”, afirmó el hombre.

 

Aún más grave es otro problema -ya generalizado en la zona Norte- derivado de esta pérdida: la presión de agua en las casas es muy baja o nula.

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