El aborto, según la ley hebrea: ¿Cuándo está permitido y cuándo no?

El aborto, según la ley hebrea: ¿Cuándo está permitido y cuándo no?

El prestigioso rabino Isaac Sacca realizó un abordaje teórico y religioso sobre el encuadre que realiza la ley hebrea sobre el aborto, tema que se encuentra en discusión en la Argentina en virtud de la decisión del presidente Mauricio Macri de habilitar su tratamiento en el Congreso de la Nación.

 

En su análisis, publicado en una columna de opinión en Infobae, el Gran Rabino Sefardí de la Argentina hizo hincapié en que la vida es el valor supremo para los textos sagrados y enfatizó que el aborto es una “transgresión contra la vida del feto humano” que pone en riesgo “innecesariamente la salud de la mujer”.

No obstante, Sacca desarrolló algunos atenuantes en los cuales podría realizarse un aborto terapéutico siempre y cuando esté en riesgo la vida de la mujer.

 

En esta nota, sus 10 frases más importantes:

1. “La vida resulta un bien indisponible a los seres humanos. Es por ello que nuestro bagaje cultural no permite el suicidio ni avala el asesinato piadoso”.

2. “El médico, según la concepción de la ley de Moisés, es un enviado de D’s para tratar a las personas en sus enfermedades, pero no tiene derecho a usar sus conocimientos para acortar o quitar la vida igual que cualquier otra persona. No tiene el médico más autoridad que otro para opinar sobre la vida y la muerte, porque eso en un asunto humano y no biológico”.

3. “Cuando un espermatozoide fecunda un óvulo, la ley hebrea considera un delito su desintegración, en la fase que sea. No hay ninguna razón lógica para efectuarlo”.

4. “El aborto para la ley de Moisés es un delito que atenta contra uno de los más santos mandamientos de la humanidad que es la procreación y es parangonable a un homicidio”.

5. “La ley hebrea solo permite los tratamientos médicos que ponen en riesgo al paciente cuando hay causas que lo justifiquen. No debería soslayarse que todo procedimiento enderezado a provocar el aborto es una transgresión contra la vida del feto humano y pone innecesariamente en riesgo la salud de la mujer”.

6. “La ley judía permite el aborto terapéutico cuando está en peligro la vida de la madre. En estos casos puntuales, no practicar el aborto sería un homicidio contra ella”.

7. “El Talmud refiere que, ante el caso de la mujer agonizando por motivo del embarazo, la única manera de salvarla es practicándole el aborto porque está en peligro por las leyes de la naturaleza, que hacen que algunos embarazos sean mortales”.

8. “La madre misma por lo enunciado anteriormente no tiene la potestad de entregar su vida para salvar al feto. En caso de que el feto haya salido del vientre, parcialmente, su cabeza y la mayoría del cuerpo, quedando parte del cuerpo dentro del vientre provocando peligro de muerte a la madre, ya está vedada la intervención de los tratantes, deben continuar el parto, tratando de salvar la vida de ambos dentro de sus posibilidades”.

9. “Aun no habiendo peligro de muerte, en la jurisprudencia hebrea se contemplan atenuantes como la afectación de una enfermedad en caso de continuar el embarazo o la presencia de problemas psiquiátricos de la madre que puede afectarla gravemente y la posibilidad de una depresión o enfermedad psicológica por causa de la imposibilidad de soportar el trauma de ser madre por una relación de violación . En esas situaciones excepcionales podría considerarse teniendo en cuenta cada caso específicamente la práctica del aborto dentro de los primeros tres meses de embarazo, ya que dentro de ese período según la ley hebrea no se considera el acto como aborto, que es un grado menor que homicidio, sino como privación del desarrollo de un embarazo, lo cual, aunque es un delito también, es de menor gravedad que el aborto y los atenuantes son mayores”.

10. “Debemos percatarnos de que las personas somos débiles y nos estremecemos ante la incomodidad, recordar que el aborto linda con el homicidio, tanto del feto como de la madre; si se practica para promover una vida de libertinaje sin responsabilidad, podríamos estar firmando nuestra condena como sociedad moral; si no se practica aun cuando una mujer corre peligro de muerte, se estaría actuando con una ideología fundamentalista que nos convertiría en asesinos”.

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